Articles, Books, Documents, Periodicals, Audio-Visual
Search the Library
Search the Directory
Your support makes our work possible. Please Donate Today
Por Miriam Garfinkle y Reem Abdul Qadir
26 de marzo de 2007
Los niños de Gaza están en crisis.
A pesar de la eliminación de sus asentamientos y bases permanentes del ejército en el verano del 2005, Israel continúa su ocupación en Gaza. De acuerdo a un reporte emitido por Gisha, grupo defensor de los derechos con base en Israel, éste continúa en control del espacio aéreo, aguas, fronteras, transporte de bienes y personas, sistema tributario y registro de la población de Gaza.
Después de las elecciones de 2006 en Gaza, Canadá fue uno de los primeros países en suspender la ayuda económica que se entregaba a las autoridades gazatíes. Esta decisión ha dejado a la población en una situación desesperada.
Gaza es una de las regiones con más densidad de población en el mundo. En un área de sólo 365 kilómetros cuadrados habita una población de aproximadamente 1.25 millones. Tres cuartas partes de sus habitantes viven en pobreza; 40% están desempleados. El suministro de agua y alimentos es insuficiente y el tratamiento de aguas residuales es poco confiable.
El Dr. Robert Horton, editor de la revista The Lancet, dio a conocer recientemente en un artículo publicado en el New York Review of Books que existe un alarmante déficit de especialistas médicos; un amplio sector de la población no tiene acceso a diagnósticos y es sumamente difícil adquirir medicamentos.
Más del 60% de la población de Gaza es menor de 18 años. Como resultado del continuo y creciente conflicto, los niños están mostrando síntomas de estrés y depresión. De acuerdo a un estudio realizado por el Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza (GCMHP), publicado en 2004 por la Asociación Mundial de Psiquiatría, la gran mayoría de los menores de once años sufren de múltiples síntomas significativos que han sido identificados como “estrés post-traumático”.
Se ha observado, cada vez con más frecuentemente, que niños de nueve o diez años presentan incontinencia nocturna, tienen dificultades para conciliar el sueño y sufren de pesadillas. Los menores también están manifestando comportamientos relacionados con altos niveles de estrés como irritabilidad, ansiedad e hiperactividad.
Más de cinco mil casas han sido destruidas en Gaza desde el año 2000. De hecho el 99% de los niños entrevistados por el GCMHP sufrieron el bombardeo de sus viviendas. Considerando que el hogar se relaciona con seguridad y comodidad, su pérdida tiene un enorme impacto en los menores. Las fuerzas israelíes también invaden y realizan actos vandálicos frecuentemente. Los niños son testigos de la impotencia de sus padres para protegerlos en contra de tales acciones y esto los deja inseguros y ansiosos.
El estudio también que el 96% de los niños han presenciado tiroteos, peleas y explosiones que frecuentemente han causado lesiones y muerte de civiles. Los retumbos ultrasónicos, con un sonido perturbador e increíblemente fuerte parecido al del trueno, ocasionados por los vuelos supersónicos de los aviones militares, se han convertido en una característica creciente en la ocupación Israelí. La fuerza aérea sobrevuela las regiones más pobladas especialmente durante la noche y la madrugada. Médicos integrantes de los Programas de Derechos Humanos de Israel y de Salud para la Comunidad de Gaza han exigido a la Suprema Corte de Israel la suspensión de estos vuelos.
Durante años, los niños han estado expuestos diariamente a la amenaza que representa la presencia de militares del ejército israelí fuertemente armados y tanques en las calles. Los menores atraviesan regularmente puntos de inspección militar en su camino a la escuela y varios centros educativos han sufrido el ataque con gas y explosivos.
El término estrés post-traumático no aplica aquí porque no existe un “post” para estos niños. El trauma es continuo y penetrante. Los especialistas de salud están entrenados para manejar los traumas emocionales usando los factores de protección y apoyo que existen en la vida de un niño. Sin embargo, en Gaza es difícil encontrar estos factores. No existe un lugar seguro.
Actualmente se habla mucho sobre los soldados canadienses que se encuentran en Afganistán y que son adultos específicamente entrenados para la guerra. Aún así, muchos de ellos han sido traumatizados con la experiencia de ver a sus compañeros heridos o muertos, o cuando ellos mismos sufren lesiones o experimentan situaciones de peligro extremo. El trauma continua, mucho después de que la experiencia pasó y aun cuando ellos se encuentran de regreso en un lugar seguro. Es imposible imaginar cuánto más terrible será para los niños presenciar estos eventos día con día, semana tras semana sin que la situación llegue a su fin y sin un lugar seguro donde sentirse protegidos.
Como profesionistas canadienses en el área de la salud nos sentimos profundamente conmovidos y preocupados por las personas que viven en Gaza y especialmente por los niños. ¿Cuáles serán los efectos a largo plazo de este trauma sin fin? ¿Qué podemos hacer nosotros, como canadienses y como profesionales de la salud para ayudar?
Los médicos Mona El-Farra y Eyad El Sarraj, entre otros proveedores de salud y resiliencia, han estado luchando para brindar una adecuada atención primaria de salud física y mental en Gaza, aun teniendo en contra las crecientes dificultades. Hemos trabajado con un grupo de palestinos y judíos en Toronto para recaudar fondos que apoyen las operaciones de atención médica en la que estos doctores están involucrados. También estamos insistiendo en que el gobierno canadiense restaure e incluso aumente su ayuda financiera a Gaza.
Sabemos que, en última instancia, esta horrible situación no podrá solucionarse hasta que se ponga fin a la ocupación militar de Gaza y Cisjordania, la cual de hecho parece haberse intensificado aún después de la retirada de los asentamientos israelíes en 2005; pero exigimos que Israel suspenda los continuos métodos de castigo colectivo hacia la población civil puesto que es una clara infracción a las leyes internacionales.
En Gaza se están desarrollando dos crisis: una de salud pública, y otra de salud mental a un ritmo vertiginoso. Como seres humanos, como canadienses, judíos o palestinos, todos tenemos una obligación moral y un interés vital en proteger a estos niños y darles la posibilidad de un futuro promisorio. No hay alternativa posible.
La doctora Miriam Garfinkle y el maestro en trabajo social Reem Abdul Oadir son profesionales en el cuidado de la salud que escriben desde Toronto.
Also available in Arabic.
Also available in English: Health care and children in crisis in Gaza.
Also available in French: Les soins de santé et les enfants en perturbation à Gaza.
Also available in German.
Also available in Portuguese.
Also available in Spanish: Crisis en Gaza: el sistema de salud y los niños en peligro.
Contact
Send an E-mail to the address at the bottom of the page.