Un enunciado político de los Socialistas Libertario
Este enunciado no debe ser visto como un análisis completo, o como el sustituto de uno. Es un resumen corto de las partes más básicas de nuestra política y de su orientación fundamental y un indicador de los criterios políticos básicos para la membresía en los SLC. La discusión sobre la naturaleza del socialismo, en particular, es sólo un intento de indicar algunos de los preconceptos y principios más básicos del socialismo, como nosotros los vemos. Son una absoluta minoría, de ninguna forma son un intento para trabajar en las creativas posibilidades que será posible emerger en un mundo socialista. Nosotros vemos este enunciado como el inicio, nada más.
1. Mujeres y hombres hacen la historia, pero lo hacen en
circunstancias que no son de su propia elección. Sus actividades,
las vidas que dirigen, dan forma a la sociedad, pero la naturaleza
de sus actividades y sus vidas han sido formadas por la sociedad.
Todas las sociedades existentes son sociedades de clases, las sociedades
no basadas en libertad, sino en la no organizada, ni equitativa
distribución del poder y de la riqueza.
2. La base fundamental de todas las sociedades de clase son
las relaciones de la producción: las relaciones donde la
gente entra para satisfacer las necesidades materiales, para producir
y reproducir la misma vida.
3. En todos los países existentes la relación
fundamental de la producción es el salario laboral, la venta
y compra de mano de obra. Esta relación presupone y determina
la relación del capital y la existencia de dos clases básicas:
la clase que posee y controla los medios de producción, la
cual vive de las utilidades que derivan de ese control y la clase
que para sobrevivir debe vender su habilidad para trabajar y producir,
su fuerza de trabajo: la clase trabajadora.
4. Atada a esa relación fundamental está toda
la red de relaciones que tomadas en su conjunto nos dan la totalidad
de la vida social: política, cultural, sicológica,
sexual, etc. Estas relaciones a su vez reaccionan y cambian las
relaciones de la producción.
5. El resultado es una sociedad de clases en la cual la vasta
mayoría de la gente no tiene control sobre las decisiones
que afectan sus vidas, sobre las actividades en el trabajo, sobre
el desarrollo general y uso de su capacidad productiva y creativa.
Sus propias capacidades son manejadas desde ellos, producen resultados
para ellos y se oponen a ellos. Sus capacidades humanas se convierten
en cosas, bienes que tienen un valor sólo mientras tengan
un valor para el capital.
6. El poder externo que se les opone está centralizado
cada vez más e integrado en la estructura laboral del estado.
En un número de países, esta dinámica del capitalismo
de incrementar la centralización del poder ha tomado la forma
de una sociedad dominada por el estado en la cual la clase capitalista
ha sido eliminada. Si el término capitalismo sigue siendo
válido para dichas sociedades es motivo de debate. Lo que
no es debatible es que esas sociedades siguen siendo de clases basadas
en el salario laboral en el cual las relaciones fundamentales de
la producción y dominio típicos del capitalismo tradicional
todavía existen. Irónicamente, algunos de estos estados
fueron creados parcialmente a través de los esfuerzos de
la clase trabajadora apelando a la abolición revolucionaria
del capitalismo. Su inhabilidad para llevar la revolución
a una conclusión exitosa, la creación del socialismo,
resultado en la más concentrada expresión del control
externo capitalista: sus propios esfuerzos revolucionarios terminados
en producir resultados externos y opuestos a ellos.
7. La tendencia de un rol mayor y más poder para el
estado es un fenómeno a nivel mundial. Las diferentes formas
que ha tomado en distintos tiempos y en diferentes países
son indicativos todos de la universalidad de la tendencia general.
Las experiencias de diferentes países “socialistas” y “comunistas”
tales como la URSS, Yugoslavia, China, etc. de regímenes
social-demócratas, de fascismo, de estado capitalista liberal,
de regímenes “revolucionarios” del tercer mundo, hacen claro
que fuerzas mundiales están involucradas. En los países
no desarrollados en particular un estado centralizado autoritario
frecuentemente ha emergido, a menudo bajo el control de regímenes
autollamados “socialistas” o “revolucionarios” para tomar las tareas
de acumulación de capital que tradicionalmente era visto
como el rol de la burguesía.
8. El capitalismo es un sistema mundial que sólo puede
ser erradicado en una escala mundial. El socialismo en un país
o un grupo de países es imposible hasta ahora como económicamente
o militarmente naciones capitalistas significantes o corporaciones
multinacionales siguen existiendo. Esto no es para decir, sin embargo,
que el progreso significante hacia el socialismo no es posible en
países particulares o áreas previas a una revolución
mundial. Como incluso una falla como el gobierno de la Unidad Popular
en Chile demostró, un gobierno de izquierda o izquierda social
demócrata puede ser una gran ventaja para un movimiento de
la clase trabajadora, de esta manera agrega al momentum y posibilidades
de un movimiento popular, al mismo tiempo representa la fortaleza
incrementada del movimiento, crea repercusiones internacionales
y un ejemplo internacional. Tales logros pueden ser la base para
moverse hacia futuras victorias, si el movimiento sigue sabiendo
que debe seguir avanzando, si el movimiento no ve este paso en el
camino como un objetivo.
9. La base de la sociedad capitalista (incluyendo a los países
así llamados “socialistas”) es el salario de trabajo. La
gente que vende su mano de obra y no tienen suficiente control sobre
el trabajo que realizan, si produce o no una utilidad, si son ejecutivos
u obreros, juntos conforman la clase trabajadora. La clase trabajadora
juega un rol central en la lucha por librarse de la sociedad basada
en el capital, porque se encuentra en control directo todos los
días con el centro explotador de esa sociedad, y porque sus
números y fortaleza colectiva le da una posición única
de poder a los centros de control de la sociedad.
10. En la liberación del sistema social basado en
el salario, la clase trabajadora juega un rol crucial pero la participación
de otros sectores de la población es vital también.
Amas de casa, niños, pensionados y la clase no trabajadora
como granjeros, estudiantes, profesionistas y otros miembros de
la burguesía tienen roles importantes que jugar. La revolución
debe ser el trabajo de toda la gente oprimida, no nada más
de la clase trabajadora. Esto es especialmente cierto en países
donde la clase trabajadora no representa a la mayoría de
la población.
Socialismo Libertario
11. El objetivo de la eliminación revolucionaria de
la sociedad existente es el socialismo. Sin embargo, llamar hoy
a algo socialista no tiene sentido a menos que se especifique lo
que significa socialista. Nosotros nos autodefinimos como socialistas
libertario. La perspectiva socialista, como la vemos, implica una
crítica completa de la sociedad humana y es constituida constantemente.
El socialismo significa una trasformación total de la vida
y de las instituciones sociales – un proyecto de auto-transformación
colectivo. Esto significa una crítica profunda del autoritarismo,
jerarquías y burocracia, del sistema capitalista, formas
de organización y tecnología, de la orientación
del ambiente que intenta dominar y manipular más que vivir
en armonía ecológica con el ambiente. El socialismo
significa reconocer la parte central de la creatividad, música,
arte y sexualidad. Lo cual involucra estar conscientes de todas
las formas de vida social, la batalla contra todas las formas de
opresión y represión, trabajar en desarrollar alternativas
en el proceso de la batalla misma. Socialismo libertario implica lo
siguiente:
12. La idea que el socialismo es primero y antes que nada
sobre libertad y entonces eliminar el dominio, represión
y control que bloquean el libre flujo de la creatividad humana,
pensamiento y acción. No equiparamos al socialismo con la
planeación, control del estado o nacionalización de
la industria, aunque entendemos que en una sociedad socialista (no
‘bajo' el socialismo) la actividad económica es controlada
colectivamente, administrada, planeada y poseída. Similarmente,
creemos que el socialismo involucrará equidad, pero no creemos
que el socialismo es equidad, pero es posible concebir una sociedad
donde todos son igualmente oprimidos. Creemos que el socialismo
es incompatible con estados de un partido, con obstrucción
a la libertad de expresión, con una elite ejerciendo el poder
‘en beneficio de' la gente, con cultos de liderazgo, con ningún
otro artefacto con el cual la sociedad decadente busca definirse
a ella misma cono una sociedad nueva.
13. Los políticos libertario se preocupan de la liberación
del individuo porque es colectivo y con la liberación colectiva
porque es individualista.
14. Un acercamiento al socialismo que incorpora una revolución
cultural, liberación de mujeres y niños y la crítica
y transformación de la vida diaria, así como de la
mayoría de las preocupaciones de los políticos socialistas.
Una política que es completamente revolucionaria porque busca
transformar toda la realidad. No creemos que capturando la economía
el estado se dirige automáticamente a la transformación
del resto del ser social, tampoco equiparamos liberación
con cambiar nuestro estilo de vida y nuestras cabezas. El capitalismo
es un sistema total que invade todas las áreas de la vida:
el socialismo debe transformar la realidad capitalista completamente
o no significa nada.
15. Ser socialista no es únicamente algo intelectual,
es tener las ideas correctas o el acercamiento intelectual correcto.
Es también la forma en que diriges tu vida.
16. La política que es revolucionaria porque, en las
palabras de Marx y Engels, “revolución es necesaria no sólo
porque la clase dominante no puede ser eliminada de una forma, sino
porque la clase que la elimina lo puede hacer sólo a través
de una revolución exitosa pasando por toda la suciedad de
antaño y tomar la forma para fundar una nueva sociedad”.
17. Dado que la revolución es un proceso colectivo
de auto-liberación y dado que la gente y la sociedad son
transformadas a través de la lucha, no por una orden, entonces,
“la emancipación de clase trabajadora sólo puede ser
alcanzada por las propias clases trabajadoras”, no por una vanguardia
Leninista, un estado socialista o ningún otro agente actuando
en su nombre.
18. Concebir a la izquierda no como separada de la sociedad,
sino como parte de ella. Nosotros los de izquierda somos gente sujeta
a la opresión social como todos los demás, quienes
luchamos por el socialismo porque nuestra liberación es posible
sólo cuando toda la sociedad sea liberada. Buscamos atraer
a otros a nuestro proyecto socialista no para hacerles un favor,
sino porque necesitamos su ayuda para alcanzar nuestra propia liberación.
Cohn-Bendit comentan que “es por ti mismo que haces una revolución”
no es una posición individualista, pero la clave para una
verdadera política colectiva basada en el bienestar y la
promesa de la vida, en lugar del auto sacrificio que es a menudo
la versión radical de la carga del hombre blanco.
19. Nosotros nos vemos nosotros mismos como participantes
iguales en la batalla, no como los molestos líderes de la
misma. Empujamos nuestra visión socialista como parte de
nuestra contribución, pero no creemos que nuestra creencia
en el socialismo significa que tenemos todas las respuestas. Tratamos
con la gente honestamente, como iguales, sin asumir el derecho de
dictar lo que deben pensar o hacer, sin asumir que no tenemos nada
que aprender de los demás. Tenemos la suficiente confianza
en nuestra política que no tratamos de manipular a la gente
hacia nuestra conclusión.
20. Como socialistas, formamos organizaciones con otras personas
que comparten nuestras ideas. Esto es necesario y válido,
pero representa una situación que constantemente deberíamos
tratar de superar, ninguno deberíamos aceptar e incluso institucionalizar
en el modelo Leninista. Socialismo implica no sólo apartar
al estado, sino también alejarse de la izquierda y sus organizaciones
como entidades separadas. El poder en una sociedad socialista debe
ser ejercida de forma que permita la participación de todos,
no sólo aquellos que pertenecen a una organización
dada. Esto debe ser una premisa en las formas políticas y
movimientos que emerjan antes de la revolución. El objetivo
final de la izquierda y sus organizaciones no debe ser el de dirigir
la sociedad, debe ser abolirse a ellos mismos.
21. El componente más importante de la consciencia
socialista es el pensamiento crítico. Debemos aprender a
pensar sobre todo de forma crítica, no tomar dada por hecho,
nada por dado. Consecuentemente no queremos que la gente acepte
las ideas socialistas de la manera que ahora aceptan, parcial o
completamente, las ideas burguesas. Queremos destruir toda aceptación
no crítica y creencias. Creemos que el examen crítico
de la sociedad lleva a conclusiones socialistas, pero lo que es
importante no es simplemente las conclusiones, es igualmente e incluso
más importante el método de llegar a ellas.
22. Nosotros nos basamos en la herencia del marxismo. Esto
no significa que aceptamos todas las ideas de Marx, menos las de
aquellos que claman ser sus seguidores. El marxismo es un punto
de partida para nosotros, no un destino predeterminado. Aceptamos
el dictamen de Marx que nuestro criticismo no debe temer nada, incluyendo
sus propios resultados. Nuestra deuda con el marxismo no será
menor si encontramos que tenemos que ir más allá.
23. Nada puede ser más extraño para nosotros
que la idea del “marxismo tradicional” donde todas las preguntas
importantes han sido contestadas. Por el contrario tenemos que formular
muchas de las preguntas importantes.
24. Debemos tratar de mantener un balance entre la teoría
y la práctica que busca integrarlas, y que reconoce que debemos
comprometernos con ambas todo el tiempo.
25. El centro de gravedad de nuestra política tiene
que ser donde estamos, no en la vicaria identificación con
las batallas en otras partes. El trabajo solidario es importante,
pero no puede ser el objetivo principal de un movimiento socialista.
26. No sabemos si ganaremos: la historia está hecha
por seres humanos y en lo que a seres humanos concierne, nada es
inevitable. Porque dado que la gente hace la historia, sabemos que
es posible crear un nuevo mundo, y tratamos de alcanzar esa posibilidad.
“Sólo hay una razón para ser revolucionario – porque
es la mejor manera de vivir”.
Socialismo y estrategia socialista
27 Tenemos mucho que aprender de los esfuerzos revolucionarios
previos, de sus éxitos o fracasos, pero ninguno de estos
esfuerzos ha sido finalmente exitoso. No hay países socialistas
o “trabajadores del estado” (deformado, degenerado u otro) en existencia
hoy. Todos los sistemas sociales, políticos y económicos
existentes son opresivos y explotadores y deben ser eliminados.
Todos los estados deben ser erradicados, incluyendo aquellos que
ahora se llaman a ellos mismo socialistas, tales como la URSS y
su bloque, Yugoslavia, Cuba, China, Albania, Mozambique, etc. Hay
diferencias sociales y económicas significativas entre los
países, pero esas son diferencias ente los sistemas opresivos
constituidos en el salario de trabajo.
De ninguna manera, las diferencias entre los países y los tipos de estructuras sociales son importantes, y nuestras actitudes políticas los tomarán en cuenta. Por ejemplo, la democracia liberal o la democracia social son preferibles al fascismo o la dictadura militar. Un régimen que promueve la alfabetización, servicios de salud modernos y desarrollo económico es más progresista que uno que no ofrece nada excepto corrupción y decadencia social. Internacionalmente, apoyamos los esfuerzos de las naciones por ganar independencia y resistir el dominio imperialista, aún cuando no apoyamos los regímenes de aquellas naciones o los programas de los movimientos de liberación nacional. En otras palabras, nuestra oposición a todos los regímenes existentes y estructuras sociales no significa la abstención de todas las opciones políticas antes de su liberación. El hecho de su similitud no nos ciega a sus diferencias.
28. Rechazamos la democracia social y las organizaciones
de la democracia social, pero podemos apoyar reformas de varios
tipos. Sin embargo, nunca los vemos como fines, sino siempre como
parte de un proceso que lleva a la revolución.
29. Nos oponemos a la estrategia parlamentaria o reformista
por traer el socialismo, pero a veces puede ser tácticamente
correcto participar en elecciones, o parlamentos, como parte de
una estrategia general.
30. En ciertos casos donde los socialistas son electos, debe
estar estrictamente subordinados al programa y decisiones de la
organización como un todo. La libertad normal de estar en
desacuerdo perteneciente a los miembros de una organización
está severamente restringida en su caso, porque ellos son
representantes públicos de la organización. Representantes
electos que no siguen las decisiones y políticas de la organización
deben ser cambiados o expulsados. Lo mismo sirve para la gente que
llevan mensajes políticos o sociales en sus cuerpos después
de ser electos como miembros de un grupo. El grupo debe ser consultado
antes de que cualquier miembro contienda por una posición
política.
31 Dado que la revolución de darse en todas las esferas
de la vida, la actividad revolucionaria debe darse en todos los
frentes: económico, político, social, cultural, ecológico,
etc. La actividad socialista no es simplemente un tema político
o de organización laboral. Formas de acción ‘extraparlamentaria'
tales como la comunidad y la organización laboral son formas
necesarias de la actividad socialista mientras que ellas no son
revolucionarias en sí mismas.
32. El proceso de avance hacia el socialismo involucra a
muchas personas en muchas actividades diferentes, y por esa única
razón no puede ser primeramente un asunto de elecciones o
preparación para las elecciones. Pero es posible que en un
país tal como Canadá, una democracia liberal, en cierto
punto en el proceso, los candidatos socialistas ganarán una
victoria electoral. Esto podría ser la ocasión para
que la gente trabajadora implemente el programa socialista – por
ejemplo, continuar la lucha en ambos frentes dentro y fuera del
parlamento. Es extremadamente positivo que en tal situación
las fuerzas de reacción descartaran los privilegios burgueses
y traten de destruir las fuerzas socialistas por todos los medios
disponibles. Tal ataque será resistido por todas las formas
que sean consistentes con los principios socialistas. En principio,
sin embargo, la posibilidad de una transición relativamente
pacífica hacia el socialismo no puede ser dirigida absolutamente.
Depende en gran medida de las acciones de la burguesía.
33. El socialismo no es la propiedad del estado de los bienes
de producción. No es la extensión del rol del estado.
Mientras que la sociedad no será libre del estado inmediatamente
después de la conquista del poder por parte del socialismo
– aunque el estado burgués debe ser inmediatamente desmantelado
y destruido – la naturaleza y actividades del estado de transición
será radicalmente diferente.
34. La primera tarea de la administración de transición
es coordinar la derrota y represión de la burguesía,
de sus aliados y agentes, internos y externos. No es el primer agente
de la reconstrucción de la sociedad en las líneas
socialistas – esto sólo puede ser el trabajo de la gente
en su conjunto, trabajando directamente a través de las estructuras
sociales y organizacionales que sean apropiadas.
35. La segunda tarea del estado de transición es participar
en su propio desmantelamiento como la vida social, política
y económica es organizada en bases radicalmente diferentes.
36. Como no puede haber resultados permanentes para el futuro
socialistas, es posible hablar sobre ciertas precondiciones y principios
básicos. La mayoría de ellos deben ser el control
popular directo de la vida social: el control de los trabajadores
y administración de los lugares de trabajo, control comunitario
de la comunidad, control de las escuelas por los estudiantes y staff,
etc.
37. Al mismo tiempo, dado que ninguna de estas cosas existen
aisladas, se deben encontrar formas de asegurarse que las actividades
e instituciones son favorables para la sociedad como un todo – por
ejemplo, el lugar de trabajo debe ser responsable de la comunidad
donde está ubicado en sus necesidades económicas,
ambientales y sociales, y de las necesidades de la economía
en su conjunto.
38. De todas formas las instituciones representativas derivan
su mandato para dar respuestas en todo momento, las distintas entidades
como el lugar de trabajo, la comunidad – también existirán.
39. Las organizaciones como los consejos de trabajadores
tendrán roles clave, pero sólo será el rol
que juegan. No todos funcionan, así que otras organizaciones
también serán importantes para darle a todos una opinión
en los diferentes niveles de la organización social.
40. El socialismo implica no tener un objeto de centralización.
En algunos casos será difícil coordinar y planear,
pero en muchos casos la descentralización es más eficiente
o es mejor para las necesidades de la gente. En varias áreas
de la vida hay presente mucho control e intervención. En
otros casos, sin embargo, la llegada del socialismo significará
menos control e interferencia y la expansión de la libertad
individual y el incremento de las actividades grupales fuera del
control oficial o del estado.
41. La creación del socialismo implica la libertad
política e individual más amplia y democracia. Esto
incluye la libertad de prensa y otras formas de comunicación
y la libertad de formar partidos políticos y grupos – pluralismo
socialista. Será necesario eliminar nada más los partidos
de extrema derecha y aquellos trabajando activamente para restaurar
la sociedad burguesa. E incluso está eliminación puede
ser llevada progresivamente y finalmente removidos tal como la transformación
socialista procede.
Canadá
42. La posición de Canadá en el sistema del
mundo capitalista es ampliamente definida por su relación
con los Estados Unidos. Canadá está muy dominada por
Estados Unidos y esto crea varias ramificaciones económicas,
culturales y otras en este país. Nosotros nos oponemos al
dominio imperialista de Estados Unidos sobre Canadá y esta
oposición como un componente de la lucha por el socialismo.
Al mismo tiempo, reconocemos que en algunas áreas como el
Caribe, el estado canadiense y el capital canadiense mismo juega
un rol imperialista y nos oponemos a esto de la misma manera que
nos oponemos a la penetración imperialista de Canadá.
También reconocemos que los mismos procesos del capitalismo
han producido serias distorsiones y relaciones de explotación
en la propia Canadá, por ejemplo en relación con Québec
y las Marítimas. La lucha contra estas inequidades es también
un componente de la lucha por el socialismo en Canadá.
43. Reconocemos que Québec es una entidad nacional
distinta del estado canadiense y por lo tanto apoyamos el derecho
de Québec de autodeterminación. Al mismo tiempo, no
apoyamos de antemano el derecho de Québec de separarse de
Canadá. No vemos una razón necesaria porqué
las aspiraciones nacionalistas de Québec no pueden ser alcanzadas
dentro del marco canadiense, la gente de Québec elegir esa
opción. En Québec, como en Canadá, nos oponemos
a cualquier forma de nacionalismo, tal como el partido Quebecois,
el cual clama reemplazar los temas de clases.
44. Apoyamos los sindicatos y la organización de sindicatos
siempre y cuando defiendan el interés de los trabajadores.
Al mismo tiempo, reconocemos que los sindicatos tienen un rol dual:
funcionan incrementalmente para disciplinar a los trabajadores e
integrarlos a la producción capitalista a cambio de reconocimiento
y ciertas ganancias económicas. Por lo tanto, reconocemos
que en varias formas los sindicatos no sirven a los intereses de
los trabajadores y rechazamos la visión de los sindicatos
como vehículos reales o potenciales de organización
revolucionaria. La batalla de los trabajadores está directamente
dirigida en contra de los sindicatos así como de la administración.
No vemos una estrategia de trabajo siendo dirigida a capturar la
oficina del sindicato o promoviendo cambios en los sindicatos. El
problema de los sindicatos es estructural - un producto de su rol
y del contrato de garantizar producción constante – por lo
tanto no es posible solucionarlos cambiando los líderes o
tratando de traer más democracia a ellos. No descartamos
la posibilidad, en específicas circunstancias donde el sindicato
se ha vuelto un problema en una empresa dada, que los socialistas
participarán organizando elecciones o contenderán
por el puesto a nivel local. Pero vemos esto como una excepción,
no general o una estrategia de largo plazo para la organización
laboral.
45. Apoyamos la autoorganización de la gente en sindicatos,
cooperativas, comunidades y asociaciones vecinales, grupos liberales
femeninos, etc. Al mismo tiempo, estas organizaciones a menudo tienden
a ser parciales y se inclinan por las reformas. Apoyamos y participamos
en sus actividades, pero siempre tratamos de conectar sus actividades
al concepto y actividades de un movimiento más grande hacia
el socialismo.
46. Cuando se participa en organizaciones más grandes,
frentes comunes, etc. nosotros nos enfocamos en nuestras ideas.
No tratamos de esconder nuestra afiliación o creencias o
manipular o tomar el control de los grupos. Si participamos en estos
grupos lo hacemos con la base de haber sido escogidos por la gente
que conoce nuestras políticas. Trabajamos lealmente para
apoyas las actividades decididas aún cuando vemos otras opciones,
a menos que sean claramente reaccionarias. No buscamos ser sustituidos
por líderes reaccionarios, pero para democratizar las organizaciones
en su máxima extensión posible, para involucrar directamente
a tantos como sea posible. En una huelga, en cualquier acción,
nuestro objetivo es facilitar su desarrollo, no tomar el control
o hacer que adopte nuestra ‘línea'.
47. Creemos que la organización revolucionaria es
necesaria. Vemos el rol de tales organizaciones principalmente para
educar, para dar un objetivo común, tema, y análisis
del movimiento, una alberca de recursos, medios para coordinar actividades
que pueden ser útiles en ciertos momentos de la batalla.
No vemos a la organización jugando el rol dominante en un
movimiento revolucionario o crisis o en el periodo posrevolucionario.
La experiencia ha mostrado que la gente trabajadora crea sus propias
instituciones y formas en tales momentos, instituciones que trascienden
las líneas de los partidos: La Comuna de París, El
soviet arrojado por la huelga masiva en Rusia, los concejeros de
la fábrica, el consejo de trabajadores del periodo posterior
a la Primera Guerra Mundial y de Hungría en 1956, los colectivos
de la revolución en España, los comités de
acción de trabajadores/estudiantes de Francia de 1968, el
esfuerzo por crear formas no partidistas en Portugal en 1970. Históricamente,
el rol de los partidos ha sido usualmente retardar el proceso revolucionario
en momentos de crisis dado que tratan de eliminarlos, “guiarlo”
y determinar su camino. Si una organización revolucionaria
está para asistir el proceso revolucionario, se debe colocar
a disposición de movimientos más grandes, especialmente
en tiempos de crisis, en lugar de intentar colocar el movimiento
a disposición de su estrategia.
48. Rechazamos la idea que la conciencia se desarrolla a
través de la progresión de estaciones predeterminadas
(“negociación, unión, política, etc.) y la
idea que la consciencia socialista debe o puede ser traída
por la clase trabajadora desde afuera.
49. La crisis del movimiento de la clase trabajadora no es
una crisis de liderazgo, sino una crisis de autoconciencia de las
clases trabajadoras.
50. El liderazgo no es una función institucionalizada
en un movimiento, es una realidad práctica que puede cambiar
de un día o una hora a la siguiente, y casi ciertamente cambiará
en muchos movimientos de masas o situaciones dinámicas. El
intento de institucionalizar el liderazgo en una organización
particular sólo puede resultar en frenar el desarrollo del
proceso revolucionario.
51. El concepto de vanguardia y su supuesto monopolio de
la “consciencia revolucionaria” es fundamentalmente falso. Esto
indica una capacidad intelectual estrecha en las ideas formales
que fallan en entender que la conciencia se ve reflejada y ejercitada
en todos los aspectos de la vida. La conciencia puede y difiere
incluso en la misma persona con el tiempo y de tema en tema. La
izquierda no tiene monopolio de la conciencia: mientras la izquierda
entiende la necesidad de una revolución no por eso necesariamente
entiende completamente lo que esto representa y como debe ser llevado
a cabo.
52. Rechazamos el terrorismo a toda costa dado que lleva
a un callejón sin salida. Particularmente condenamos el terrorismo
aleatorio (por ejemplo, robo de autos) que no discrimina entre enemigos
y la gente ordinaria. El terrorismo parte de la creencia que la
revolución es un ideal imposible, mientras que nosotros creemos
que es posible si la mayoría de la gente lo cree para hacerlo
una acción práctica.
53. Apoyamos las libertades civiles y nos oponemos a la erosión
de las formas democráticas libertario en dirección
de un mayor autoritarismo. Nos oponemos a la burguesía democrática,
pero lo hacemos porque no es verdaderamente democrática,
no porque nos proponemos reemplazarla con la dictadura. Buscamos
establecer una sociedad la cual es por mucho más democrática
que la existente ahora. En una sociedad socialista los derechos
como libertad de expresión, de asociación, de asamblea,
de prensa, religión, la libertad para formar partidos políticos
y asociaciones será garantizada. Su ejercicio será
protegido contra sanciones no sólo legales sino económicas.
Derechos tales como la libertad de prensa para aquellos que critican
el estatus quo así como aquellos que lo favorecen será
apoyada activamente de manera que la hagan posible y no meramente
legalmente permisible su ejercicio.
54. Buscamos el reemplazo de la “democracia” liberal electoral
por formas participativas, directo y democracia representativa que
extienda el poder político para cualquiera. Buscamos la extensión
del control directo popular a todas las partes de la economía
y todas las instituciones sociales.
Organización interna y Membresía
55. Para ser un miembro de los Socialistas Liberales Colectivos
(SLC) es necesario aceptar el programa y principios del grupo. Estar
en desacuerdo con puntos específicos del programa es aceptable
mientras el grupo sienta que hay suficiente acuerdo básico
y mientras el miembro esté dispuesto a debatir los puntos
en cuestión haciendo el trabajo político con el grupo.
En adición a este “Estatuto político”, los prospectos
a miembros deben estar en acuerdo básico con la dirección
política y enfoque del grupo, como se ejemplifica por La
Amenaza Roja y la práctica del SLC. Si se cae en diferencias
insalvables un miembro puede ser removido de su membresía
por voto mayoritario notificando al menos una reunión antes
de surtir efecto.
56. Los principios organizacionales fundamentales de una
organización socialista deben siempre ser el grado más
alto de la democracia, significando esto control activo de los miembros
y el grado más alto de apertura compatible con los límites
legales con los que se está trabajando.
57. Los principios organizacionales del grupo incluyen el
grado más alto posible de autonomía de los miembros
y grupos locales en sus actividades, siempre y cuando estas actividades
sean compatibles con los principios básicos y programa de
la organización y mientras las acciones decididas por la
organización en su conjunto sean llevadas a cabo.
58. Dado que las actividades y membresía de la organización
atañen a más de una localidad, la membresía
podría proponer y establecer una estructura central y sucursales
como sea necesario. Tales sucursales están sujetas al control
completo de la membresía.
59. Minorías programadas tienen el derecho de existir
y organizarse dentro de la organización, mientras se mantengan
dentro de los principios básicos de la organización
y mientras su organización no interfiera con su trabajo político
como miembros.
60. Puntos de vista minoritarios pueden no ser presentados,
explícita o implícitamente, como puntos de vista de
la organización.
61. Las diferencias políticas dentro de la organización
no son secretas – el debate político con la organización
es público.
62. Se espera que los miembros de la organización
participen en las actividades del grupo y se espera que asistan
a las reuniones regularmente.
63. Los miembros no podrán pertenecer a ningún
otro partido o liga, o a otra organización que ejerciten
la disciplina centralista en sus miembros.
Publicado en Volumen 3, Número 1, en la edición de
Invierno 1979 de The
Red Menace
Also available in English: A
Political Statement of the Libertarian Socialist Collective
Aussi disponible en français: Une déclaration politique du collectif des socialistes libertaires.
Red Menace
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